Saldrás de este cuarto y caminarás
por la avenida en dirección hacia tu casa. Ningún pensamiento cruzará por tu
cabeza. Estarás completamente enfocado en tu objetivo.
Justo cuando estés en la puerta
de tu casa cruzarás algunas palabras con tu vecina que se dirigirá al parque
como todos los días a pasear a su perro negro. La saludarás y le desearás una
buena jornada como el buen hombre que eres. Al entrar a tu casa besaras
apasionadamente a tu pareja, le dirás que la extrañaste. Ella te preguntará
como te fue en terapia y responderás que bien.
Finalmente cuando ella se
recueste a dormir la siesta la arroparas para que descanse, te dirigirás al cajón
donde guardas tu arma de colección y cuando esté profundamente dormida le
dispararás. En ese mismo instante
dejaras de ser un simple títere y volverás a ser vos mismo.
Tal vez te mires aterrado en el
espejo roto de tu baño sin reconocerte, tal vez salgas corriendo antes de que
alguien te atrape, o te entregues a la policía, eso ya no estará en mis manos,
pero lo cierto es que habré cumplido mi objetivo y aunque menciones ese dije
con jeroglíficos egipcios con el que te hipnoticé nadie te creerá.
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