La historia de esta película está contada de manera
desordenada y se divide en tres capítulos con varias escenas cortas cada uno. A
su vez, cada capítulo cuenta las historia de los personajes foco: Vincent,
Jules, Butch y Mía. Todos ellos tienen algo en común: de alguna manera están
relacionados con Marsellus Wallace un mafioso de Los Ángeles.
Como dije antes, la película se cuenta desordenada, vemos a
una pareja desayunando en un bar mientras planean un robo. Lo que nosotros no
sabemos al principio de la película, es que esa escena corresponde al final de
la historia, pero Tarantino nos mantiene expectantes a lo que sucede a medida
que van pasando las escenas. La realidad es que si la película no estuviera
contada de esta forma posiblemente el enfoque de los hechos no sería el mismo.
La primera historia es la de Vincent, recién llegado de Ámsterdam,
Wallace lo contrata para que cuide a su esposa. Cuando Vincent conoce a Mía se
muestra un poco asustado pues le contaron las terribles cosas que Marsellus podría
hacerle si la tocaba. Vemos durante varias escenas que Mía coquetea
constantemente con él.
Después tenemos la de Butch, un boxeador que
trabaja para Marsellus en los campeonatos de la zona. Él, harto de trabajar
para su jefe, quien lo había sobornado para que pierda una pelea, mata a su
contrincante y se da a la fuga con el dinero recaudado. Marsellus lo manda a
buscar, pero consigue escaparse en varias oportunidades. En una de ellas
incluso termina asesinando a Vincent. Creyendo que había escapado de las garras
del mafioso, Butch comienza a manejar su auto y en plena avenida cruza a
Wallace. Allí empieza una persecución que termina con ellos atados en el sótano
de un sujeto que pretendía sodomizarlos a los dos. Butch intenta liberarse del
sujeto extraño y cuando lo consigue también le salva la vida a su jefe. De esta
manera Marsellus y Butch terminan a mano y el boxeador es perdonado, pero con
la promesa de que jamás hable de lo que pasó en ese sótano.
Tercera y última historia, que en la película aparece entrecruzada
con las dos anteriores, la historia de Jules, trabajador de antaño de Marsellus
que cumple su última función: retirar el maletín y dárselo a su jefe. Lo más
característico de este personaje es que constantemente recita versículos de la
biblia y en muchas ocasiones se comporta como si fuera un pastor. Luego del
incidente en el departamento de Brett, Jules comienza a pensar que tal vez la
intervención divina le salvo la vida. Toda la película es tanto para Jules como
Butch un camino de redención y perdón, tratar de salir de ese estilo de vida
criminal para poder tener una vida más tranquila y normal.
En la medida en que Jules va introduciendo a Vincent en las
actividades mafiosas y dándole consejos, se puede apreciar una especie de
relación alumno-maestro en la que siguiendo con la línea religiosa Jules
representaría al pastor y Vincent al monaguillo. A diferencia de otros matones,
Vincent no parece completar ninguna de sus características, de hecho es un
hombre bastante inocente y algo torpe que solo piensa en cosas mundanas. Será
tarea de Jules impartir sus enseñanzas, como todo buen pastor, para guiarlo y
que cumpla exitosamente sus misiones.
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