A raíz una consigna dada en
clase, voy a analizar el cuento “El hombre muerto” de Horacio Quiroga, texto leído
antes por otra compañera. Es la historia de un hombre que todos los días limpiaba
su bananal hasta que un día mientras realizaba la limpieza habitual tropezó con
una cascara soltando el machete durante el
incidente e hiriéndolo hasta morir.
Este cuento tiene un narrador
heterodiegético. El narrador heterodiegético es un tipo de narrador que cuenta
los hechos sin participar de los mismos.
En este cuento, el narrador
construido por Quiroga narra los hechos de manera omnisciente pero sin
participar de los mismos.
“Ya estaba tendido en la gramilla, acostado sobre el lado derecho, tal
como él quería. La boca, que acababa de abrírsele en toda su extensión, acababa
también de cerrarse. Estaba como hubiera deseado estar, las rodillas dobladas y
la mano izquierda sobre el pecho. Sólo que tras el antebrazo, e inmediatamente
por debajo del cinto, surgían de su camisa el puño y la mitad de la hoja del
machete, pero el resto no se veía.”
La focalización del cuento es
interna ya que durante todo el cuento se narra la agonia del hombre que muere
al tropezar y lastimarse con su machete y conocemos los pensamientos que tiene
en su mente mientras lucha por no morir.
“El hombre resiste — ¡es tan imprevisto ese
horror! y piensa: Es una pesadilla; ¡esto es! ¿Qué ha cambiado? Nada. Y mira:
¿No es acaso ese bananal? ¿No viene todas las mañanas a limpiarlo? ¿Quién lo
conoce como él? Ve perfectamente el bananal, muy raleado, y las anchas hojas
desnudas al sol. Allí están, muy cerca, deshilachadas por el viento. Pero ahora
no se mueven... Es la calma del mediodía; pero deben ser las doce.”
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