martes, 5 de mayo de 2020

Síntesis: “El narrador”


El narrador es un elemento del relato que condiciona y regula la información y decide de qué modo le hará conocer al lector el mundo que se está construyendo en el relato. A veces, estamos frente a un narrador “que lo sabe todo” que conoce los pensamientos de los personajes y lo que ocurrirá en el futuro. En ocasiones el narrador hará especialmente visible su presencia haciéndole saber al lector que domina el discurso, qué él decide cuándo, cómo y qué contar de la historia. Se lo suele comparar en estos casos con un titiritero en tanto nos muestra no solo a los personajes sino también los hilos de la narración gracias a los cuales esos personajes se mueven.
Esta omnipresencia del narrador no siempre implica omnisciencia. Para dar verosimilitud o de crear una atmósfera determinada o de “humanizar” su propia figura, el narrador puede también manifestar que no tiene toda la información y solo está suponiendo algunas de las cosas que narra.
En el otro extremo, está el narrador de muchos relatos modernos que oculta su presencia e intenta alejarse del discurso y de los personajes sin emitir opinión alguna para dar sensación de  mayor objetividad. Si el narrador es el protagonista de la historia, al contrario, el relato se carga de la subjetividad propia de este personaje, ya que presenciamos los hechos desde su punto de vista.
La objetividad o la subjetividad que tenga el discurso dependen de la distancia que tome el narrador frente a los hechos narrados y la perspectiva que adopte.
El sujeto que habla en la narración no siempre coincide con el sujeto que percibe. Al sujeto que narra le llamamos voz y al segundo modo narrativo. De acuerdo a quién habla podemos clasificar al narrador como autodiegético (si es el protagonista de la historia), homodiegético (si es un personaje que participa como testigo) o heterodiegético (si no participa de la historia como personaje).

Focalización
La focalización alude al modo en que son presentados los hechos de un relato. Narrar una historia implica asumir una perspectiva; lo que significa que el narrador presentará los hechos desde un determinado ángulo.
Para Genette, un relato esta focalizado cuando hay una reducción en el campo de visión. La focalización vendría a funcionar como un “filtro informativo”. Si el narrador no tiene ninguna restricción y su campo de visión está completamente abierto habrá focalización cero. Cuando estamos dentro del pensamiento de uno de los personajes del relato y vemos narrados los hechos a través de sus ojos hay focalización interna. Si, en cambio, se sitúa fuera de cualquier personaje y el narrador solo registra lo perceptible, habrá focalización externa.
La focalización es un fenómeno complejo en tanto implica no solamente el sujeto de la
enunciación y el sujeto de la percepción sino también el objeto/sujeto/situación sobre el que se esté haciendo foco.
La focalización difícilmente se mantiene estable a lo largo de todo un relato. Se puede pasar de una focalización a otra sin que cambie el narrador, lo que repercute directamente sobre la historia. Es por eso que la focalización es uno de los medios más sutiles y eficaces para manipular al lector.

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